Para Pierre Teilhard de Chardin, lo real está constituido por una estructura única que denomina el tejido del universo o también “Espíritu-Materia”, de la cual percibe dos caras: una a través de nuestros órganos neurosensoriales, la materia; la otra, mediante la introspección.

Para él, el espíritu-materia se encuentra difundido por todas partes en el universo, y así interesa a los campos de las nuevas físicas, la de lo infinitamente pequeño y la de lo infinitamente grande. Los avances de la física cuántica ya otorgan crédito a la intuición de Teilhard. El continuo descubrimiento de nuevos exoplanetas incita a considerar posible la existencia de seres pensantes en otras partes del universo, como lo presagiaba Teilhard (astrofísica). La física de la relatividad y el espacio-tiempo sacuden nuestras referencias.

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En las ciencias biomédicas, los trabajos se multiplican para explicar los vínculos cada vez más estrechos entre cuerpo y espíritu en su globalidad y abarcan diversas disciplinas médicas (genética, microbiología, neurología y neurociencias, psiquiatría, medicina psicosomática…).

Investigaciones más avanzadas en los distintos campos mencionados, profundizando en los vínculos sistémicos y en las interfaces entre la materia y el espíritu, permitirían desplegar aún más el concepto de espíritu-materia vislumbrado por Teilhard, el cual constituye un elemento fundamental en la reflexión espiritual que llevó a cabo.

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Palabras clave: Nuevas físicas (física cuántica y relatividad), astrofísica, ciencias biomédicas, espíritu-materia.